El punto de partida
Durante años, viví en una especie de limbo físico. Con entre 65 y 70 kg no estaba obeso, pero tampoco me sentía bien conmigo mismo. Jugaba al fútbol cuatro veces por semana, sí… pero no tenía masa muscular, ni hábitos saludables, ni autoestima. Me costaba incluso quitarme la camiseta delante de los demás.
No entendía de nutrición, ni de entrenamiento, ni de cómo funcionaba realmente mi cuerpo. Mi rutina era simple: ir al instituto, entrenar fútbol… y poco más.
El clic que lo cambió todo
Todo cambió cuando terminé bachillerato y empecé la carrera en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Por primera vez, sentí que estaba en el lugar adecuado. Me atrapó el mundo del entrenamiento, la nutrición, los déficits y superávits calóricos… y comencé a aplicar todo lo que aprendía en mi propia vida.
Empezar de cero: frustración, constancia y progreso
Empecé poco a poco en el gimnasio, primero 2 o 3 días por semana, luego 4 o 5. Probé métodos, fallé muchas veces, me frustré al no ver resultados… pero no me rendí. En un año logré reducir mi porcentaje de grasa notablemente. Luego vino el reto de ganar masa muscular, algo aún más difícil para mí.
Aprender a cuidarme (de verdad)
Dejé atrás dietas estrictas que me aburrían y encontré alimentos que me gustaban y se adaptaban a mi estilo de vida. Aprendí a entrenar bien. Aprendí a comer bien. Y, lo más importante: aprendí a cuidarme.
Mucho más que un cambio físico
Hoy, más allá de lo que se ve por fuera, soy otra persona. He madurado como deportista y como ser humano. He aprendido que aceptarse no significa conformarse, sino conocerse, entender cómo funcionas y saber que siempre puedes mejorar.
La disciplina es la herramienta más poderosa que tengo: incluso en los días malos, puedo avanzar, aunque solo sea un 1% más que ayer.
Un mensaje para ti
Sí, mi cuerpo ha cambiado. Pero lo que realmente importa es que ahora tengo más fortaleza mental, más seguridad en mí mismo y relaciones que me suman en vez de restar. Porque cuando tú cambias, tu entorno también lo hace.
Este no fue solo un cambio físico. Fue una transformación de vida.
Y ahora, quiero ayudarte a que tú también vivas la tuya.